Les quiero contar mi historia: Soy un perrito mestizo de Pitbull con Boxer. Fui abandonado desde pequeño en las calles y un día unos hombres me tomaron y me llevaron a un lugar que le decían “galpón”. De repente llegaron otros perros, ¡yo me alegré mucho! pensé que jugaríamos, pero no 🙁 . Los hombres les ponían corriente y ellos se enojaban mucho : eran más grandes que yo y me atacaron, primero uno y luego el otro, yo no sabía pelear y las mordidas eran muy fuertes yo solo gritaba del dolor.
Luego me tomaron y me dejaron en una jaula con agua y mucho dolor, estaba oscuro. Pasaron muchos días y yo me sentía cada vez peor, luego ellos vinieron y dijeron “este perro no sirve” , y me subieron a una camioneta con mucho dolor ya que no les importó que estaba herido. Nos fuimos, y yo no sabía dónde ibamos: era de noche y llegamos a un cerro. Sin detenerse, me tiraron de la camioneta. Yo solo grité.
Cuando se alejaron, vinieron otros perros que me olieron y se fueron, pero volvieron con unos señores, los que al mirarme, se les descompuso la cara. Ellos iban a avisar de esto a unas señoras que vendrían al otro día.
En la mañana me dieron agua y comida, pero yo no podía ni comer, aunque tenia mucha hambre. Después llegó un auto rojo y se bajaron 2 personas. Hablaron con ellos y fueron a verme. Una se acerco a mí y me acarició la cabeza: me dijo que me llevarían a un doctor. Yo no sabia que era eso, me envolvieron en una sábana y me subieron a ese auto rojo. Tenía miedo pero no podía luchar. Solo cerré los ojos y dejé que me llevaran. Llegamos a una casa y un señor de azul nos recibió. El dijo “traiganlo”. Me pusieron en una camilla fría que me refrescó y él dijo que tenía que quedarme ahí, ya que tenía infectadas mis heridas con gusanos que me mordían y caminaban. El señor de azul me pinchó en mi brazo y me dormí. Cuando desperté me sentía mejor. Ya no veía doble por la fiebre, no tenía calor, me movía y me dolía, pero era un dolor distinto. Ya no tenia gusanos, comí y tomé agua, moví mi colita por primera vez, llegaron mis tías a verme y me amaron enseguida: me encontraban lindo!.
Cuando me recuperé, me llevaron al cerro, y he sido muy feliz. Los guardias me cuidan y me dieron todos los remedios. Me recuperé, pero ahora me atropellaron y estoy hospitalizado 🙁 . Mis tías de Fundación Rescate Canino me cuidan y creo que ahora no puedo volver al cerro. Necesito una casa donde vivir, tengo 10 años, estoy castrado y soy muy tierno ¡ quiero tener un hogar ! aunque eso signifique que no veré tan seguido a mis tías de FRC. Hoy, necesitamos ayuda para pagar la cuenta que se adeuda y un hogar definitivo.